Japón vive su tragedia más dura después de la segunda guerra: tras el fuerte terremoto y devastador tsunami del viernes pasado, todavía persiste el peligro en la población debido a las fusiones parciales de algunas de sus plantas nucleares.
¿Cómo es la construcción de estas plantas?, ¿Qué criterios se consideran para su edificación? Nos pareció interesante profundizar en el tema a propósito de la situación que en estos momentos complica a Japón.
Las plantas nucleares son verdaderas bóvedas donde la seguridad es la consideración más importante. Se ubican apartadas de los sectores urbanos y a diferencia de lo que se piensa, no todas sus partes son igual de peligrosas. Existen las torres de enfriamiento, turbinas o generadores, que son estructuras donde el riesgo no es mayor. Sin embargo en el domo es el espacio más delicado, por contener el reactor y el material nuclear.
Dentro de los criterios de seguridad a considerar al momento de construir una planta, el más importante es la alta calidad en el diseño y construcción. El diseño del contenedor se centra en lograr una robusta estructura de contención compuesta por varias barreras físicas que separan el reactor del medio ambiente. Entre las barreras hay bóvedas de acero de 30 centímetros de espesor y muros de concreto de por lo menos un metro de grosor.
Una planta está diseñada para durar entre 30 y 40 años pensando en la duración de las estructuras que lo componen y en el período tras el cual sus sistemas se van renovando por nuevas tecnologías. En cuanto a las inundaciones, los estudios más recientes buscan emplazarlas sobre plataformas que aseguren su correcto funcionamiento ante cualquier subida de agua.
Últimamente se ha considerado para el diseño de estas plantas factores que antes estaban fuera de la preocupación de todos: por un lado los desastres naturales y el calentamiento global han llevado a estas estructuras a considerar más seriamente el riesgo de inundaciones por mencionar un ejemplo. El terrorismo, por otra parte, ha sido una preocupación fundamental en el diseño de estas plantas.
Estas construcciones son inmensas obras de ingeniería que no son diseñadas por arquitectos, sin embargo, arquitectos como Norman Foster han rechazado propuestas para construirlas. Encontré esta interesante discusión del 2008 en UK, donde son los mismos arquitectos los que discuten acerca del rol que juega la arquitectura en este tipo de edificaciones.